Es un error muy común que cometemos como mecánicos no hacer una revisión previa minuciosa antes de emprender un diagnóstico.  En los talleres en donde se utiliza la boleta de ingreso del vehículo esta se convierte en una gran ayuda pues ya se obtiene información valiosa y se hace una ligera inspección previa.  Sin embargo esto no es suficiente sino que es necesario una inspección técnica de mangueras, gazas, conexiones, postes de la batería, fugas de aceite de motor, transmisión, líquido hidráulico, líquido de frenos, etc.  También debemos usar todos los sentidos, no solamente la vista.  Por ejemplo, usando el sentido del olfato  podríamos detectar olores que nos den ciertas pistas, como olor a quemado, olores de fibras de freno, embrague u otros.

Pasando a lo eléctrico o electrónico, cables sueltos, mangueras de vacío, conexiones a tierra defectuosas, conectores eléctricos, cables recalentados, cambios de color a ambar en los cables, etc.  Todo esto puede llevarnos a tener indicios claros de la causa del problema o también anticipar un fallo prematuro e inclusive hasta prevenir un accidente.

Convirtámonos pues en ‘detectives del diagnóstico’ y ganemos reputación y respeto entre nuestros clientes por nuestra meticulosidad en el trabajo.  Vale la pena!